Antes que nada, les quiero ofrecer una disculpa por la poca actualización de este espacio, pero la verdad, he estado en semana de exámenes, y pues en mi escuela todo el año es de weva, pero la semana de exámenes es una pinche loquera.
Hace rato fui a cenar con un cuate y empezamos a platicar del trafico que hay en la ciudad, de lo pinche caro que es tener un coche, de los microbuseros, de los taxistas y de un sinfín de pendejadas más.
En la plática, yo le decía a mi amigo que la neta soy bien fan de platicar con los taxistas. Esos weyes seguramente en su vida pasada fueron psicólogos, siempre tienen algo interesante que decir, son muy buenos escuchando y lo mejor de todo, es que ellos siempre tienen una historia parecida a la tuya y te dan buenos consejos.
La neta siempre me ha cagado hablar con gente extraña. No me gusta que en la fila del banco, o en la de las tortillas, o en el micro o en donde sea, la gente se me acerque y me empiece a contar cosas, o a preguntarme algo, o que te volteen a ver y te sonrían y te digan: mucho calor no. La neta no se por que, pero eso no me late. Pero con los taxistas es diferente, hay una conexión diferente, el universo nos ha creado para que nos identifiquemos de tal forma con los taxistas, que no podamos evitar el platicar con ellos (ok, eso estuvo muy mamón).
Me he topado con todo tipo de taxistas, los que te cuentan sus mil y un infidelidades dentro del taxi, los que te platican que son bien borrachos, los que son bien rostros(según ellos), los que les ha tocado una vida difícil, los que no dejan de hablar de política y si los contradices se encabronan, pero eso sí, todos tienen algo interesante que platicar.
Un día mi carnal me conto de un taxista que le platico un historia de su familia tan trágica, que mi carnal casi llora, es mas, creo que esa platica hasta le cambio la vida jajajajajajajaja.
Y bueno, dentro de las mil pláticas con taxistas hay una que estuvo recagada. Iba platicando con el taxista de mil y un pendejadas, y no se en que momento, salió la platica de hacer ejercicio. Yo le dije al taxista que yo necesitaba hacer ejercicio por que ya estaba subiendo un poco de peso(así es, me pongo a platicar con los taxistas de mi sobre peso jajajajajja, pero no hay pedo, ellos son bien confidentes.)y el taxista amablemente me dijo: no se preocupe joven, si usted se ve re bien (en ese momento estuve apunto de decirle que si quería ser mi amigo)y yo le conteste: no, la neta estoy bien panzón. Seguimos platicando un rato sobre hacer ejercicio y todo eso, cuando en una de esas se aventó el comentario más cagado que he escuchado en mucho tiempo.
Taxista: no joven, pus hay que tener cuidado con eso del ejercicio, y más usted, por que esta usted delgado(en este momento le quería decir que si no tenia ganas de irse a chingar un cafecito), pero usted dice que esta gordo, entonces, usted va a hacer harto ejercicio, y pus como ya no tiene grasa que quemar , pues va empezar a quemar sangre(juro por la vida de mi mamá que me dijo eso)y entonces se va a quedar sin sangre y hasta se puede morir.
Me dieron unas ganas de cagarme de risa, pero me aguante, no me iba a reír de la persona que en menos de diez minutos me dijo 2 veces que yo estaba delgado.
No le dije nada, aparte se veía que era de esos weyes medio aferrados, así que no me iba a poner a discutir. Solo le dije: no pus si esta peligroso.
Así que gracias al consejo de mi amigo el taxista, no hago ejercicio.
Y bueno eso es todo y los invito a que cuenten sus experiencias con taxistas, ya que creo que todos tenemos un historia interesante dentro de un taxi.
Saludos a todos.
Martes Musical
Hace 14 años